Quisiera iniciar diciendo que los mandalas son más que simples dibujos para pintar. De hecho, para Carl Jung, quien los estudió durante años en su trabajo tanto terapéutico como en sus investigaciones, los llegó a considerar como la representación del alma o el arquetipo del Self. Es por esto que al usarlos, podría decirse que estamos tomándole una fotografía a nuestro mundo interior en este instante.
Como psicóloga y arteterapueta con mandalas, también considero importante hacerles una acotación respecto a los mandalas como herramienta psicoterapéutica, ya que éstos pueden ser utilizados de dos maneras.
Por un lado, en mis sesiones individuales como terapeuta los analizo junto a quien los pinta para hacer un trabajo profundo haciendo consciente lo que nos muestra el inconsciente en ese momento puntual. Pero, por otro lado, los mandalas también pueden ser utilizados de manera libre de análisis, siendo útiles para canalizar las energías creativas, las emociones y los pensamientos, entre otras cosas.
Por todo lo anterior, una de mis recomendaciones durante momentos de crisis como los actuales es que pinten mandalas, aunque sea de manera libre.
Ahora bien, seguramente más de una estará pensando en que no tiene mandalas en su casa (libros, imágenes prediseñadas, impresiones, etc.) o que no tienen con qué pintarlos (lápices de colores, marcadores, pintura, etc.).
Por ende les quiero compartir un secreto rompiendo un mito generalizado sobre los mandalas. Resulta que existe una creencia de que estos son esas imágenes que vemos en internet que tienen muchos patrones repetidos o floreados, cuando la realidad es que esos son solo un tipo de mandala y reciben el nombre de “Zendala”. Entonces, ¿qué es un mandala? es toda imagen que esté encerrada en un círculo, esté el círculo presente de manera visible o no. Por ende, existen muchísimos tipo de mandalas, así como también muchísimas maneras o técnicas para hacerlos.
Te doy 3 ejemplos sencillos en caso de que estés en casa y no puedas salir a comprar, o sientas que no tienes suficientes materiales:
- Tomas una hoja o servilleta, trazas un círculo a mano con un bolígrafo o lápiz, y luego pintas dentro todo lo que sientas sin pensarlo tanto.
- Tomas ingredientes u objetos que tengas cerca, haces un círculo con ellos y empiezas a darle forma en el interior con lo que tengas. (En cocina: granos, pasta corta, etc.; En tu jardín: tomas piedras, hojas, tierra, flores, etc.)
- Si tienes hijos, puedes incluirlos perfectamente usando plastilina o macilla, creyones de cera, o pegando bolitas de papel de colores y revistas viejas dentro de un círculo.
Ya que te di varias ideas para hacer mandalas en estos días en casa, te quiero compartir algunos beneficios del para qué hacerlo aunque sea de manera libre y no en sesión:
- Nos ayudan a manejar emociones y situaciones de conflictos.
- Nos sirven como meditación activa poniendo en pausa el ruido exterior.
- Reduce la ansiedad, estrés y depresión.
- Nos calma el pensamiento centrífugo o bucle mental-emocional
- Promueve el crecimiento y desarrollo personal
- Usamos ambos hemisferios cerebrales, por lo que nos permite desarrollarlo desde el cerebro pleno.
- Canalizamos nuestras energías creativas y promueve la inspiración.
Si quieres saber más, o si quieres unirte a la actividad que estoy llevando a cabo para acompañar a mujeres de distintos países con el reto #7DiasPintandoMisEmociones durante la cuarentena, puedes escribirme y con gusto responderé tus dudas.
Y recuerda, los mandalas son obras de nuestra Alma.
@proyectorubi @circulodemujeresrubificadas
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No soy experta en mandalas, pero he experimentado sus beneficios. Primeramente con mi madre, en sus ultimos meses en este plano, y con algunos vacios en sus recuerdos, colorear mandalas fue su modo de mantenerse conectada con su entorno familiar. Se complacía en seleccionarlos, vaciar los colores en las formas, terminarlos pensando en la persona a quien iba a obsequiarlos, normalmente algunos de sus nietos. Eso le hizo muchas tardes de su largo día, los momentos mas placenteros. Como niña esperaba que calificaran su obra, disfrutaba las frases de elogio que le animaban a continuar. Para mi, que la induje a hacerlo, fue una de las mayores satisfacciones de mi vida. También para mi ha sido relajante, pintar mandalas. Me entrego. Me transporto. Me hago parte del entramado colorido.
Gracias por la información que me nutre aun mas sobre las bondades de este recurso.